domingo, 26 de diciembre de 2010

y si el tiempo se nos para tan rapido como girar la manilla de una puerta, como un fuerte portazo en la nariz, como el rechazo de una madre y como la ignorancia de un padre; la vida, la vida se nos haría tan eterna como un pequeño riachuelo sin sentido.

Tengo tantas letras escritas, encrustadas de por cierto que ya me queman los jugosos dedos de doooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooolor.

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