domingo, 21 de marzo de 2010

Basta mi almohada y una fria cabeza para dormir,
acostado en el oscilante temor
aun se sienten los ladridos de los perros
el llanto de mis manos, mis uñas ennegrecidad.

una guitarra que parece llorar
el cielo es rojo, el cielo no es.
tengo qe sacudirme bajo el sol!
y vuelvo a llorar, y vuelvo a gritar.

Y cuando todo comienza a volver a la normalidad
viene ese pequeño tropiezo con el sentimiento
falta el ¿por que? para no escupir la rabia.
para no escupirme.

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